EL DUENDE AL FINAL DEL ARCO IRIS

Admirado duende que custodia una olla llena de oro al final del arco iris:

  Soy un brooker de wall street iniciado en el maravilloso arte de la especulacion y dejeme decirle que soy su fan numero uno.

  Para empezar su paraiso fiscal es increible.  Ni Suiza ni Las Islas Caiman..joder un puto arco iris.Es una idea excelente. Sus propiedades cambian de lugar segun el clima, no tiene que pagar ninguna clase de impuestos y ademas nunca le pillara la bofia. Si con esto no tenemos bastante, hizo creer a la sociedad ovejuna que usted es un cuento o una leyenda por lo que sus riquezas nunca seran buscadas ni expropiadas, a pesar de que los niños irlandeses se diviertan con la posibilidad de encontrarle, usted siempre les burla.

  Otra cosa llamativa es que usted es autonomo de los de verdad, de la vieja escuela, sin jefes ni clientes. Simplemente robar por las noches y a la saca..me parece glorioso. Y la ropa de trabajo, oh dios, si pudiera dejar la mierda de corbata y traje, y estos zapatos que me destrozan los pies y cambiar todo por ese conjunto verde que parece super comodo, esos zuecos artesanales y ese gorro adornado con un trebol,seria el hombre mas feliz de la Tierra. Y ya no hablemos del tabaco. Con todo el ajetreo que tengo y me prohiben fumar en el puesto de trabajo, hay que ser cabron. Y usted tan tranquilo con su pipa y haciendo anillos de humo, no sabe lo afotunado que es. Otro punto es el aseo personal. Tengo que ir afeitado y con el pelo corto, oliendo a colonia y desodorante, en cambio usted va con sus barbas pelirrojas de naufrago, oliendo a estiercol y pasando desapercibido tanto en una comuna hippie como en un barco ballenero. Es usted un dios.
  
  Y esos passwords en gaelico...son imposibles de descodificar, con tantas "g" y "w" y palabras tan largas..tenemos tanto que aprender de usted...

  Me despido rogandole que nunca cambie con el correr de los tiempos, que se avecinan oscuros para todos y con un consejo de simple mortal: los billetes son mas manejables que el oro.  Ya se que es usted un romantico del gremio, pero no concibo que puede tener en contra del papel moneda.